EXPLOSIÓN EN EL PJ, UNIDAD DE CAMBIEMOS Y CAMPO MINADO ELECTORAL EN CHUBUT
Por Santiago Costa
El pase de la intendenta justicialista de Rawson -Rossana Artero- a las filas de Mariano Arcioni y su frente Chubut Federal causó un impacto en la coyuntura política, al menos en el universo peronista, comparable con la sorpresiva definición de Ricardo Sastre al anunciarse compañero de fórmula del gobernador, cancelando su regreso al PJ.
Lo de Adrián Maderna, en cambio, fue la “crónica de un cierre electoral anunciado” con el gobernador, que no vieron solo quienes no quisieron ver.
Artero también dejó más claro que nunca que, en el peronismo, sigue el juego de las estacas.
Pesadilla Justicialista
Tan sorpresivo fue el pase de Artero, que apenas el día anterior el dirigente justicialista de Puerto Madryn Carlos Eliceche declaraba “nunca me creí lo de Artero en el Frente Federal de Arcioni”.
Incluso tres días antes, en una “cumbre” de dirigentes, se habían acordado y definido las candidaturas “por la unidad”: Gustavo MacKarthy para gobernador (con la sola disidencia del sector de Omar Burgoa) y Carlos Linares proponiendo la vicegobernadora, que tenía nombre y apellido.
Jorge Taboada sería primer diputado nacional y Rossana Artero primera diputada provincial (luego de haber sonado como posible vice hace meses o diputada nacional hace semanas)
Toda esta ingeniería electoral voló por los aires cuando la segunda línea de Carlos Linares salió a impugnar muy fuertemente la candidatura de Gustavo MacKarthy, pateando el tablero para sorpresa del propio ex vicegobernador y de dirigentes como Carlos Eliceche y Norberto Yauhar, entre tantos.
Hasta la senadora Nancy González decidió emitir un comunicado en el que se “despegaba” de todo y aclaraba que no se use su nombre en ninguna fórmula. También fue ruidoso el silencio de Santiago Igón (siguiendo el viejo consejo de desensillar hasta que aclare), que mantiene una postura pro unidad.
Artero se suma así a la lista que integran los intendentes Ricardo Sastre y Adrián Maderna; el dirigente petrolero Jorge Ávila y el ex gobernador Martín Buzzi; el dirigente Miguel “Coné” Diaz y la legisladora Cecilia Torres Otarola.
Más de una declaración pública parece indicar que también se terminarán sumando a este frente electoral el lucifuercista Héctor González y el comercial Alfredo Béliz.
Lo que todos esos dirigentes peronistas dicen privilegiar es la unidad frente al único adversario en común: Cambiemos. Pero vastos sectores del PJ en cambio, parecen tener más adversión por Arcioni que por Cambiemos y quieren pelear a dos frentes al mismo tiempo, lo que suele llevar al aislamiento y la derrota.
Como el PJ no se animó a autorizar una alianza con Chubut Federal, para ir a unas PASO y definir quién enfrentará a Cambiemos, aún hoy algunos como Blas Meza Evans deliran insistiendo con una nociva Ley de Lemas “por pedido de Cristina”. Inverosímil.
Otros como Norberto Yauhar y Juan Pablo Luque tienen fe y le prenden velas a la posibilidad de que Arcioni “desadelante” las elecciones y las unifique con las nacionales, en un improbable gesto de unidad condicionada.
Elija su propia crisis
En un claro problema de interpretación, gran parte del peronismo cree que por contraste y decantación automática, el ciudadano chubutense no votará a un candidato de Mauricio Macri, responsable de la crisis económica y social nacional.
Pero Cambiemos pregona -y un sector de la sociedad acompaña en su creencia- que la crisis política y económica provincial es previa y excede la coyuntura nacional.
Ese coro canta una canción que se llama “quince años de mala gestión y corrupción del peronismo, para una provincia fundida” y que impacta en la cultura antipolítica, donde las dos vertientes del peronismo provincial pasan a ser “los mismos de siempre”, “son todos iguales” y “que se vayan todos”.
Quienes sostienen que la gente no vota partidos, sino candidatos, creen que el votante no ve a Gustavo Menna como “el delegado de Macri en la provincia”, sino como a un dirigente “nuevo, honesto y con pinta de buen tipo”.
Esta es la respuesta a los peronistas desorientados que se preguntan y no entienden cómo alguien en Chubut podría votar a Cambiemos.
Germán Larmeu en Trelew y Damián Biss en Rawson también tienen “olor a nuevo” y darán pelea en este seleccionado radical.
La interna entre la UCR y el PRO viene siendo más civilizada de lo que a más de un peronista le gustaría y todo parece indicar que el vice será radical y el primer diputado nacional del PRO.
Habrá PASO en la mayoría de las localidades, donde el PRO solo se impondría en Puerto Madryn con Claudio Tortoriello y tal vez en Comodoro con Ana Clara Romero.
Pero habrá solo una lista de diputados provinciales (que serán 16 si ganan la categoría, entre 6 y 8 si son primera fuerza opositora), donde la generosidad con el PRO salará las heridas.
Dados revueltos
La teoría de “lo nuevo” también puede aplicarse a Arcioni ¿Por qué no? Sin pasado ni responsabilidad alguna hasta 2015 (incluso podría decirse, un florero institucional hasta el 1 de noviembre de 2017), está por verse aún qué lectura hace la ciudadanía de sus dos años de gestión, quedando aún meses cruciales.
¿Mariano Arcioni es quien aplicó el pago escalonado contra los trabajadores o el que “no despidió a nadie” y ahora hace masivos pases a planta con paritarias descongeladas? Toda una incógnita electoral.
Lo cierto es que Cambiemos avanza a las elecciones con candidatos competitivos, en un marco de férrea unidad con capacidad de captar todo el voto de su base no peronista y también buena parte del voto independiente que prefiere “bueno por conocer, que malo conocido”.
La unidad del voto anti Cambiemos -en un provincia contraria al presidente- lo soldará el sistema electoral, con la fuga de votos desde el tercero (el PJ si va con varios candidatos) al segundo (Chubut Federal) si es que Gustavo Menna sale primero y aún más si es que sale segundo.
Solo la polarización del voto que generan las PASO, convirtiendo a las elecciones generales en una suerte de balotaje, logrará la unidad del voto peronista que la dirigencia del PJ aún no logró y al parecer no logrará.
